Históricamente, el uso de cítricos en la repostería ha sido popular desde hace siglos. En la antigüedad, los romanos ya utilizaban cítricos en sus comidas y postres. Con el tiempo, las recetas se fueron adaptando y evolucionando, incorporando diferentes técnicas de preparación y otros ingredientes.
En el siglo XX, el pan de cítricos se convirtió en un favorito en muchas cocinas gracias a su capacidad para aportar frescura y un toque ácido a los postres. Se suele preparar con una base de masa que incluye harina, azúcar, huevos y mantequilla, a la que se le añaden ralladuras y jugos de cítricos para darle ese característico sabor.
Hoy en día, este pan es ideal para acompañar el té o el café, y también se puede encontrar en diversas versiones, desde panes más húmedos hasta versiones más esponjosas. Además, es común decorarlo con glaseados o coberturas que resalten aún más su sabor cítrico.
Engrase una bandeja con mantequilla. Tamice la haria y la sal en un cuenco grande, añada la levadura seca, el jengibre molido y el azúcar moreno, y después incorpore la mantquiella con los dedos.
Tamice la harina y la sal en un cuenco. Añada a continuación el azúcar y la levadura seca.
Incorpore la mantequilla con las manos. Agregue todos los zumos de fruta y el agua, y mezcle para formar la pasta.
Sobre una superficie enharinada amase la pasta unos 5 minutos (o bien utilice el robot de cocina equipado con el accesorio adecuado). Ponga la pasta en un cuenco engrasado, cúbrala y déjela leudar durante 1 hora.
Mientras tanto ralle la piel de la naranja, el limón y la lima. Incorpore la ralladura a la pasta amasando
Divida la pasta en 2 bolas, una mas grande que la otra.
Ponga la bola más grande la bandeja de hornear y coloque luego la otra encima.
Con el dedo enharinado, haga un agujero en le centro de la pasta. Cúbrala y déjela leudar durante unos 40 minutos, o hasta que esté esponjosa al tacto.
Cueza el pan en el horno precalentado a 220°C durante unos 35 minutos. Retírelo del horno y páselo a una rejilla metálica para que se enfríe. Píntelo con la piel y sirvalo.
SUGERENCIA
Sabrá que el pan ya está cocido cuando suene el hueco al gopear ligeramente la base.