Se cree que el muffin como lo conocemos hoy en día, es decir, el muffin dulce que a menudo se asocia con sabores como arándano o chocolate, se popularizó en América del Norte a finales del siglo XIX. La receta clásica se adapta a los gustos estadounidenses y se hace con una mezcla de harina, azúcar, huevos y leche, además de otros ingredientes como frutas o nueces.
Con el tiempo, los muffins se convirtieron en un desayuno muy popular y un complemento perfecto para el té de la tarde. Hoy en día, hay muchas variaciones y sabores diferentes de muffins disponibles en todo el mundo. ¡Son deliciosos y versátiles! ¿Tienes algún sabor favorito?
Engrase ligeramente 2 moldes múltiples para muffins con mantequilla. En un cuenco, tamice la harina con la levadura en polvo y la sal, y después añada el azúcar.
En un cuenco aparte, mezcle la mantequilla con el huevo y la leche y a continuación viértalo sobre los ingredientes secos.
Mezcle con suavidad hasta obtener una pasta homogénea y después incorpore los arándanos.
Vierta la pasta en los huecos de los moldes preparados y luego espolvoree los muffins con el queso.
Hornear los muffins a 200°C durante unos 20 minutos, o hasta que hayan subido y adquirido un tono dorado.
Deje que los muffins se estibien y colóquelos luego sobre una rejilla.
Deje que se enfríen antes de servirlos.